Recursos
12 pasos
1. Admitimos que no teníamos poder sobre nuestras adicciones y comportamientos compulsivos y que nuestras vidas habían llegado a ser inmanejables.
“Yo sé que en mí, es decir, en mi naturaleza pecaminosa, nada bueno habita. Aunque deseo hacer lo bueno, no soy capaz de hacerlo.” (Romanos 7:18)
2. Llegamos a creer que un poder más grande que nosotros puede restaurarnos a la cordura.
“Pues es Dios quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad.” (Filipenses 2:13)
3. Tomamos la decisión de entregar nuestras vidas y nuestra voluntad al cuidado de Dios.
“Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios.” (Romanos 12:1)
4. Hacemos un minucioso y audaz inventario moral de nosotros mismos.
“Hagamos un examen de conciencia y volvamos al camino del SEÑOR.” (Lamentaciones 3:40)
5. Admitimos ante Dios, a nosotros mismos y ante otro ser humano, la naturaleza exacta de nuestros pecados.
“Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros para que sean sanados.” (Santiago 5:16)
6. Estamos completamente listos para que Dios remueva todos nuestros defectos de carácter.
“Humíllense delante del Señor, y él los exaltará.” (Santiago 4:10)
7. Humildemente le pedimos a Dios que remueva todas nuestras deficiencias.
“Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad.” (1 Juan 1:9)
8. Hacemos una lista de todas las personas a quienes hemos lastimado y llegamos a estar dispuestos a enmendar todo lo que les hicimos.
“Traten a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes.” (Lucas 6:31)
9. Hacemos enmiendas directas a esas personas siempre que sea posible, excepto si cuando al hacerlo pueda lastimarlas o lastimar a otras.
“Por lo tanto si estás presentando tu ofrenda en el altar y allí recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar. Ve primero y reconcíliate con tu hermano; luego vuelve y presenta tu ofrenda.” (Mateo 5:23–24)
10. Continuamos haciendo el inventario personal y cuando nos equivocamos lo admitimos inmediatamente.
“Por lo tanto, si alguien piensa que está firme, tenga cuidado de no caer.” (1 Corintios 10:12)
11. Buscamos a través de la oración y la meditación mejorar nuestra relación con Dios, orando sólo para conocer Su voluntad para nosotros y poder para llevarla a cabo.
“Que habite en ustedes la palabra de Cristo con toda su riqueza.” (Colosenses 3:16)
12. Después de haber tenido una experiencia personal como resultado de estos pasos, intentamos llevar este mensaje a otros y practicar estos principios en todas nuestras áreas.
“Hermanos, si alguien es sorprendido en pecado, ustedes que son espirituales deben restaurarlo con una actitud humilde. Pero cuídese cada uno, porque también puede ser tentado.” (Gálatas 6:1)
8 principios
1. Reconozco que no soy Dios. Admito que no tengo poder para controlar mi tendencia a hacer lo malo y que mi vida es inmanejable.
“Dichosos los pobres en espíritu, porque el reino de los cielos les pertenece.” (Mateo 5:3)
2. En una forma sincera creo que Dios existe, que le intereso y que Él tiene el poder para ayudarme en mi recuperación.
“Dichosos los que lloran, porque serán consolados.” (Mateo 5:4)
3. Conscientemente decido comprometer toda mi vida y voluntad al cuidado y control de Cristo.
“Dichosos los humildes, porque recibirán la tierra como herencia.” (Mateo 5:5)
4. Una apertura para un autoexamen y confesión de mis faltas a Dios y a alguien en quien confío.
“Dichosos los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios.” (Mateo 5:8)
5. Para que Dios pueda hacer los cambios en mi vida, me someto voluntariamente a Él y con humildad le pido que remueva mis defectos de carácter.
“Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.” (Mateo 5:6)
6. Evalúo todas mis relaciones. Ofrezco perdón a aquellos que me han hecho daño y enmiendo los daños que he ocasionado a otros, excepto si cuando al hacerlo les dañara a ellos o a otros.
“Dichosos los compasivos, porque serán tratados con compasión.” (Mateo 5:7)
“Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.” (Mateo 5:9)
7. Reservo un tiempo diario con Dios para una autoevaluación, lectura de la Biblia y oración con el fin de conocer a Dios y Su voluntad para mi vida y obtener el poder para seguirla.
8. Al rendir mi vida a Dios para ser usada puedo llevar estas Buenas Nuevas a otros, tanto con mi ejemplo como con mis palabras.
“Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque el reino de los cielos les pertenece.” (Mateo 5:10)
ADN
El ADN de un auténtico ministerio de Celebremos la Recuperación.
- Jesucristo es el único Poder Superior.
El programa está centrado en Cristo.
- Se deben usar exclusivamente la Biblia y el currículo de Celebremos la Recuperación, formado por la guía del líder, las cuatro guías de los participantes y el Diario de Celebremos la Recuperación.
En los grupos grandes, las lecciones se enseñan a partir de la guía del líder, manteniendo al menos el acróstico y las Escrituras como los puntos clave de las lecciones. Esto tiene el propósito de mantener la uniformidad dentro de los grupos, permitiendo que los maestros sean creativos en cuanto a la introducción y la conclusión de cada una de las lecciones.
- Ocho decisiones sanadoras forman parte del único currículo aprobado. Usted descubrirá que se puede usar este libro de muchas maneras creativas en su grupo mayor, su grupo de nuevos asistentes y los grupos de estudio de los pasos. En cuanto a las cinco formas en que puede usar Ocho decisiones sanadoras en su ministerio de Celebremos la Recuperación, hallará las referencias en www.celebraterecovery.com.
- Estación de Celebración y El aterrizaje son los únicos currículos aprobados para niños y jóvenes. Son los únicos currículos de niños y jóvenes que se relacionan de manera directa con el currículo de Celebremos la Recuperación para adultos.
- Se recomienda altamente el uso de la Biblia de Celebremos la Recuperación, debido al hecho de que es la única Biblia que corresponde de manera directa al currículo de Celebremos la Recuperación. La Biblia de Celebremos la Recuperación ha sido pensada para trabajar con los recursos desarrollados y puestos a prueba en el ministerio nacional e internacional de Celebremos la Recuperación.
- La Biblia de Celebremos la Recuperación forma parte también del currículo aprobado.
- El ministerio tiene una “base de grupo”. Todos los grupos son específicos en cuanto al sexo de sus componentes, y usan las reglas y el formato de los grupos.
- Las “Cinco Reglas para los Grupos Pequeños” se deben llevar a la práctica y seguir.
No deben existir grupos de Celebremos la Recuperación en línea que no estén ligados a un grupo presencial.
- Esperamos de cada grupo que se sienta responsable ante Cristo, su iglesia local y el modelo de Celebremos la Recuperación establecido en la Iglesia de Saddleback.
Los grupos aceptan recibir ayuda y sugerencias de sus representantes estatales y sus directores regionales. Una iglesia u organización puede tomar la decisión de usar el currículo de Celebremos la Recuperación y mezclarlo con otros materiales u otros programas, lo cual ciertamente será a discreción suya. NO OBSTANTE, les está prohibido el uso del nombre Celebremos la Recuperación. Quedan estrictamente prohibidos todos los materiales escritos y otros artículos producidos para la venta comercial que usen el nombre de Celebremos la Recuperación.
Oración de la serenidad
Amén.